Todo mal. La violencia volvió a pasear impunemente por las tribunas de un estadio, en este caso, las del Monumental. Y los hinchas de Rosario Central, que no deberían haber llegado a la provincia, fueron los que la generaron. Increíble. En el partido disputado en Rosario, los dirigentes "canallas" les cerraron las puertas a los "decanos". Los responsables de seguridad suponían que no vendrían a Tucumán. Sin embargo, desde la AFA, llamaron a los directivos de Atlético solicitándoles que les entregaran 3.000 entradas, entre plateas y populares. No vendieron todas, pero los que llegaron hicieron hasta lo imposible para generar incidentes.
El sábado por la noche, en plena 25 de Mayo al 300, un grupo insultó a los tucumanos que pretendían ver a Martín Palermo filmando una publicidad. Ayer, en Termas de Río Hondo, un grupo de la barra protagonizó graves incidentes a la salida de un boliche. Los fanáticos destruyeron al menos 10 vehículos y un número no determinado de personas resultaron heridas. La policía santiagueña detuvo a siete de los 50 violentos que estuvieron involucrados.
Cerca del mediodía, los responsables de Seguridad de la provincia decidieron demorar al grueso de los hinchas en el puesto de Peaje de La Florida para controlarlos mejor. Algunos lograron pasar ese filtro y, según confiaron fuentes policiales, fueron recibidos por hinchas de San Martín.
El ingreso al estadio no fue del todo pacífico. Se enfrentaron con los vecinos y después, desde las tribunas, arrojaban piedras para evitar que requisaran a sus compañeros. Los incidentes más graves se produjeron después del segundo gol "decano". Se enfrentaron con la Policía que trataba de impedir que arrojaran piedras a la parcialidad local. La pelea duró más de 10 minutos y se repitió al finalizar el encuentro, cuando los visitantes se negaban a abandonar el estadio. Bochornoso, como el pedido de AFA para que los "canallas" llegaran a Tucumán. ¿Los sancionarán?